Delirio

(Laura Restrepo)

Ten cuidado, Aguilar, el delirio puede entrar por los ojos…”

Cuando el delirio llega, los secretos se revelan solos. Al menos, los de familia. Y en esta obra, ganadora del premio Alfaguara, Laura Restrepo nos lleva de paseo por el delirio de la joven y hermosa Agustina en una Colombia que sufre por la violencia. 

…te juro que el infierno debe ser un lugar donde te encierran con tus consecuencias y te obligan a lidiar con ellas.”

En la historia, acompañamos a Aguilar, el esposo de Agustina, en su angustiante búsqueda por develar la causa del delirio que envuelve a su muy joven segunda esposa, tras un fin de semana en que él estuvo ausente.

¿Será por culpa mía que se está enloqueciendo? ¿O será su locura la que me contagia?”

El profesor desempleado sufre, no solo por el devaneo que mantiene a su esposa atrapada, sino también por la necesidad de saber qué hacía Agustina en una habitación de hotel con otro hombre. 

…negándome a aceptar la posibilidad de que en este momento para ella sea mejor su adentro que su afuera; que tras los muros de su delirio, Agustina celebre fiestas.”

Mientras Aguilar trata de descubrir la verdad del dislate de aquella extraña esposa suya, la historia de la familia de Agustina se revela entre la locura. Nos enteramos entonces del virtuoso abuelo alemán, las razones de la frialdad de Doña Eugenia, la madre de Agustina; los pesares de los hermanos Joaco y Bichi y del mal que aqueja a una Agustina que vive en un mundo extraño. Conocemos a la tía Sofi y a los secretos que esconden detrás de las buenas costumbres.

…en ciertos momentos excepcionales, a veces, en medio de las peores crisis, la normalidad parece apiadarse de nosotros y nos hace breves visitas.”

A la par, aparece un personaje que representa la tentación y los males, un hombre llamado Midas y que convierte en oro el dinero de los colombianos que invierten en el hombre llamado Pablo Escobar, mientras que viven en el lujo, la mentira, la hipocresía y la opulencia de la clase aristocrática de Bogotá.

Qué pobres son los ricos de este país, amigo Midas…”

Midas cuenta entonces otra historia, la de su relación con Agustina y la de la locura que se manifiesta en la vida misma, en una disparatada realidad llena de violencia, deseos y pasiones, que se hacen parte del día a día de una sociedad en la que todos añoran lo que no tienen.

…era como si el aire se quedara quieto, eras una muñeca como yo jamás había visto otra, eras un juguete de lujo en la tienda más costosa…”

Las letras de Restrepo nos envuelven en un frenesí, nos hacen un protagonista silencioso que observa y sufre con ansiedad, el delirio de Agustina. A ratos nos hace sentirnos tristes por Aguilar y en otros momentos, nos hace preguntarnos qué hace que un hombre caiga sucumbido a los disparates del amor.

…y si él aprende a nombrarme me contamina, se vuelve dueño de mi nombre y se me cuela adentro…”

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s