Querido Don Benito

(Pedro J. Fernández)

Me siento sola cuando no estás a mi lado. Las casas silenciosas que se desnudan de sombras parecen reírse de mí, de la esposa de un presidente que huye de un imperio falso.”

En esta magnífica novela epistolar, Pedro J. Fernández nos demuestra que hasta dentro de los capítulos más difíciles y sangrientos de la historia de México, hay relatos de amor que no se cuentan los libros. 

Pensarte me ayuda a engañar a la soledad. Recuperar tu vida en papel alimenta mi cordura; así es como se mantiene vivo el amor a pesar de la lejanía, a través de un pensamiento sincero. Quiero volver a enamorarme de tus ideales para no perderme.”

Fiel a su estilo de escritor de novela histórica, Fernández nos lleva en un viaje al exilio junto con Margarita Maza de Juárez, primera dama de México y esposa de quien fuera uno de los presidentes más importantes en la construcción del México de hoy, Benito Juárez. 

Creo que toda gran historia empieza rompiendo las reglas.”

El autor logra entrelazar pasajes de la historia de la Nación con los de una niña que se enamora de un hombre veinte años mayor que ella y que proviene de una clase social inferior a la suya, un hombre que huyendo de la pobreza de un pequeño pueblo de Oaxaca, llamado Guelatao, llega a la capital del Estado para cambiar sus estrellas a través de la educación y que se convertirá en pieza clave de un México recientemente independiente de España que busca su camino.

…y llegado el momento, bajo la luna, me juraste tu amor en más de una lengua.”

Aquel hombre que llegara a Oaxaca hablando solo zapoteco, conquista el corazón de una joven Margarita que a diferencia de las mujeres de 1840 no busca enamorarse como en una novela rosa, sino a un hombre del que pueda ser su igual y en aquel joven abogado encuentra al que será el amor de su vida y con el que compartirá sueños de grandeza para México.

Yo, en cambio, esperaba que el hombre de mi vida fuera justo aquél con el que pudiera hablar de política, fe e historia.”

El autor nos regala un relato situado en la época del Segundo Imperio Mexicano, ese construido por imposición de Napoleón III y la fuerza del ejército francés para situar en el poder a un Maximiliano de Habsburgo que junto con su esposa Carlota de Bélgica son atraídos a México con mentiras y engaños. Ellos creyendo que México quiere un emperador europeo, se encuentran con una Nación gobernada por un Presidente Juárez liberal que tiene que huir de la Ciudad de México hacia el norte del país, junto con su esposa embaraza y sus hijos. 

Me invadió un sentimiento de oscuridad. ¿Dónde estás, Benito? ¿Vives? Siento que estoy perdiendo el control sobre mis sentimientos y no sé qué hacer. Siempre he creído ser una mujer fuerte, pero ahora que estoy sola empiezo a conocerme realmente.”

Para salvar a Margarita mientras él lucha por recuperar su presidencia arrebatada por los conservadores que endulzan el oído a Maximiliano, Juárez la envía a Estados Unidos y desde ahí, una correspondencia epistolar será la que los mantenga unidos y con el ánimo de seguir luchando por México. A manera de cartas, Margarita relata la pasión que como pareja compartieron, el amor por los 12 hijos que engendraron y por una patria que los necesita. Desde Laredo, Nueva Orleans, Nueva York y Washington, Margarita relata las noticias del exilio, tratando de mantener vivos el amor y la comunicación con su esposo.

Escribiré mientras no reciba noticias de tu derrota o de tu muerte. Te mantendré vivo a través de la tinta.”

Brillantemente, el autor nos lleva a ponernos en los zapatos de esa mujer que lucha por su familia, así como por los niños y las viudas que los enfrentamientos bélicos han dejado. Y mientras leemos los contrastes de un México pobre por un lado, pero que lucha por la libertad; y por el otro, uno que pelea por tener un emperador y ser parte de la corte entre bailes y opulencia; los Juárez siguen trabajando juntos por un México independiente.

Ser mexicano no es nacer en México, es latir en verde, blanco y rojo; es respetar la patria; es entender que somos un país mestizo; es llevar en la mente las montañas de Puebla, la risa de los niños de Oaxaca y las curiosas leyendas de la Ciudad de México.”

Esta es una novela que nos invita a conocer mucho más del hombre que estudiamos en el colegio, del único Presidente de quien celebramos su nacimiento año con año y de aquella gran mujer que no estuvo detrás de él, sino caminando siempre a su lado, aún en la distancia. Como buena novela histórica (tal como lo dijo Fernández en una entrevista hace un tiempo) induce al lector a conocer más de este pasaje de la rica historia de México y de los hombres y mujeres que construyeron esta Patria. Una excelente novela para disfrutar una tarde con una buena taza de chocolate de agua y un mezcal para coronar.

P.D.: Si hay algo a lo que una no debe acostumbrarse es a los silencios del amor.”

“Oaxaca tiene esa magia, no puedes negarlo. Es una tierra de otro mundo que no se puede describir con palabras. El mezcal, el mole, el chocolate, las comparsas que recorren la calle, los tamales de mamá, la sopa de fideo, los frijoles fritos en manteca… todo eso cruzaba por tu mente cuando te aburrías en clase y mirabas por la ventana.”

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