(Alma Delia Murillo)
Esta es la historia de una familia muy unida, tan unida que nunca pudo separarse.”
Tal y como lo dice el título, Alma Delia Murillo nos regala una colección de 20 cuentos de maldad, algunos un tanto crueles y que lastimarán la sensibilidad de uno que otro lector, pero es que en ellos la vida se refleja con toda su crueldad y perversión.
Seducir es fácil cuando la soledad es el enemigo a vencer.”
Las letras de Murillo se sitúan en una Ciudad de México que ha sufrido de todo, desde dos terremotos —que tétricamente ocurrieron en la misma fecha con 32 años de diferencia— uno de ellos relatado en “Diablo frágil”; la inseguridad que nos rodea como en “Severiano y los tamales del amor”, “Jackie” y “El vampiro del Bed and Breakfast”; hasta el estrés que agobia y enloquece a sus habitantes como en “Madre ejecutiva” o “El ejercicio puede ser nocivo para la salud.”
Hoy llegué tarde otra vez. Odio las mañanas en esta maldita oficina. Odio esta maldita vida. Punto.”
También retrata a la clase trabajadora con sus defectos, sueños y virtudes, como en “El último de los Godínez”, “El dedo de Dior” y “La rebelión de los de en medio”, sin dejar fuera a “Lady Gargajo”.
Y ahí estoy yo, con este dolor de tablero hasta las patas porque el deseo duele.”
Alma Delia retrata, incluso, los sentimientos de amor y odio de los objetos inanimados en “La mesa de siempre” y en “Casa busca cambio de inquilino”.
Me quiero morir. Pero cómo se muere una estúpida mesa.”
En este libro hay héroes, víctimas, “Cazadoras”, casados, familias, diablos y hasta un “Herido Dios”. Esta es una colección de cuentos para reír, llorar e incluso reconocer a algún conocido; cuentos para leer con la mente abierta y con el corazón en la mano.
Nunca te faltarán el vino tinto ni el chocolate. Pero multiplicar a los lectores es un milagro que ni yo puedo concederte. Ya lo sabes, nadie lee.”
Conjurando Letras 