(Laura Esquivel)
He intentado refugiarme en la lectura pero invariablemente cada palabra que leo me remite a ti.”
Laura Esquivel nos lleva a un viaje por los recuerdos, la historia y los secretos de los descendientes de la Familia de la Garza, esa misma que nos fue presentada en la primera novela de la autora, “Como agua para chocolate”.
Negro como la luna negra que marcó su destino.”
El nacimiento del primer hijo de María despierta el negro pasado de su familia y la enfrenta a la historia de un linaje de mujeres fuertes y valerosas, para ella hasta entonces desconocido.
María sentía que los genes dominantes son como un arcón enorme que llevamos dentro pero que desconocemos.”
María, una mujer que lidia contra su cuerpo, el abandono de su esposo, el desprecio de su familia, el machismo, los estándares sociales, las críticas y los chismes, se reencuentra con su abuela Lucía, hija de Esperanza Muzquiz de la Garza y Alex Brown, nieta de Rosaura y Pedro Muzquiz, sobrina nieta de Gertrudis y Tita; y bisnieta de la Mamá Elena.
Cuando uno solo ve la sombra, es que no está viendo del todo.”
En el rancho de la Garza, María conoce a una familia que su madre le mantuvo oculta y mientras su relación con su abuela Lucía y su tataratía Tita -a través de su diario- crece, empieza a superar los miedos que la han mantenido como rehén toda su vida.
…tienes que aprender a perdonarte tú misma, pero no es fácil…”
La fortaleza de Lucía, Esperanza, Tita y Gertrudis, así como las recetas de cocina y remedios de la abuela, hacen que María aprenda a perdonarse las muchas ofensas que ella misma se causó, mientras trataba de encajar en un mundo que le hacía daño. Como si se tratara de una receta de cocina, María sigue los pasos hacia la felicidad de una vida que, aprende, es solo suya.
Esa tarde Lucía aprendió que no basta con mantener la boca cerrada para que los secretos permanecieran mudos.”
Lucía se convierte en la madre amorosa que a María le hizo falta y en la dulce bisabuela del hermoso Horacio. Como si así lo hubiera escrito el guión del destino, empieza a enseñar a María los secretos de cocina de su tía abuela Tita, las enseñanzas de su abuelo, el Dr. John Brown y le cuenta su propia historia de amor con su Felipe.
…tejer resultaba una forma de sostenerse, de mantenerse en pie, de ordenar sus pensamientos, de controlar su ansiedad.”
Entre recetas de cocina, remedios caseros y tejido, las mujeres desarrollan un lazo que las unirá por siempre, mientras ambas logran reconciliarse con sus pasados. María descubre que la felicidad está en el presente y que el futuro que se le presenta puede ser maravilloso.
Y seré el secreto amante que te espera en las letras de tus canciones favoritas para bailar hasta el amanecer.”
Las brillantes letras de Laura Esquivel se funden con la música de las canciones que acompañan a las protagonistas y las cuales se encuentran disponibles en una playlist que hace de la lectura de esta obra una experiencia completa. (¡Aunque una Torta de Navidad para acompañar la lectura hubiera sido excelente!).
No contaba con la llegada de las remembranzas, las que no hacen ruido, las que no anuncian su llegada, las que lo atrapan a uno totalmente desprevenido y por eso resultan tan devastadoras.”
Amor, pasión, odio, rencor, amistad…todos los sentimientos se hacen presentes en una historia que nos emociona y que nos traslada hasta ese lugar dentro de nosotros, en que todo se conjunta.
…el paso de los años le dejó la certeza de que la verdadera alquimia era el amor.”
Como en el primero de los libros de esta saga, el amor es lo que mueve al mundo de las mujeres de la Garza y los amores de todas las mujeres de su estirpe se nos presentan entre las páginas. María conocerá lo que es el amor verdadero y romperá con todo aquello que la hizo sufrir.
Como si mi vida no hubiera tenido substancia antes de conocerte. La única respuesta que se me ocurre es que nuestro encuentro era algo destinado.”