Bienvenido a mi morada. Entre libremente, por su propia voluntad, y deje parte de la felicidad que trae." Aproveché un viaje por Londres para conocer al misterioso hombre que me enviaba rosas, de un rojo espectacular, desde nuestra primera correspondencia y que firmaba sus cartas con su nombre en tinta roja bermellón (al menos yo … Sigue leyendo Una mujer en busca de un amor literario Capítulo IV. Mi cita con Bram Stoker*
